sábado, 27 de agosto de 2011

Confieso que te extraño

Confieso que te extraño.
No hay nada más que decir.
Extraño tu locura cabal
tu dulzura, tu odio
tu inteligencia, tu inmadurez
tu sonrisa, tus caprichos
y tus ojos verdes
que siempre cambiaban de color
como la esencia misma de tu alma

Confieso que te extraño.
Porque fuiste al único que amé
¿serás al único que amaré?
Quién sabe.
Sólo sé que te amé tanto
como las estrellas aman el firmamento
como los corazones rotos
aman la sensibilidad de los poetas.

Amé tu guitarra, amé tus labios.
Amé tus anteojos, amé tu tendencia suicida.
Amé tu cercana ausencia, tu lejana presencia.
Ya no quiero cerrar los ojos
me cansé de recordarte.
De verte en cada hermoso sueño
y soñarte en cada horrible pesadilla.

La vida misma se me ha vuelto tormento.
Lo acepto, no es por tu ausencia
pero mis memorias me atormentan
a cada paso que doy, a cada pensamiento que surge.
Me cansé de recordarte
Pero no puedo vivir tan sólo en el pasado.
Por eso amor, hoy te digo adiós una vez más
pero no desde mi cabeza, como en ese día
ahora te digo adiós
desde lo más profundo de mi corazón.

Pasos en falso

Piso.
Voy pisando en el aire.
Se siente bien, se siente como si fuera tan ligera...
y eso me gusta, me gusta sentirme bien.

Es como tener los ojos vendados.
Voy pisando en el aire
pero lo hago por miedo a que de un tirón
me quiten la venda.

Porque muy dentro de mi ser
sé que el revolver tiene al menos una bala.
he visto al monstruo contra el que he decidido luchar
pero nada importa
con tal de quedar como la princesa de los cuentos de hadas.

Todos son felices. Yo también quiero ser feliz
Me pregunto cómo hacen para ser felices
tal vez ellos también pisan en el aire
o simplemente la felicidad llega a ellos.

Tal vez saben que tarde o temprano morirán
de algo, por algo, pero morirán.

Tengo miedo. Pero ya es una adicción. Esto de ser mia se está haciendo una adicción.


domingo, 21 de agosto de 2011

Conspiraciones en la nariz

Otra vez siento que estoy sola. Siempre lo he estado, claro. Pero ahora lo siento más; tengo a mis dos hermanastras conspirando contra mí, y la más mala y fea, Anastasia, le dijo a mi padre que he estado saliendo por las noches, a fiestas, estando el DF tan inseguro como está.
Por supuesto, el tumulto clama: "Oh por Dios, pero tu hermana sólo quiere protegerte, qué desconsiderada e inmadura eres criatura, un monstruo que Dios envió a sus hijos como castigo de sus más oscuras tentaciones..."

La cosa, es ésta; falta un poco de contexto sobre mi vida.

Anastasia es la hermana que NUNCA se ha preocupado por mi. El semestre pasado apenas y le interesaba. El semestre antepasado, no existía para ella.

El semestre antepasado, cuando yo salía de noche (cabe destacar que la situación del narcotráfico estaba aún peor porque escuchábamos balaceras cada semana) Griselda era la única que me preguntaba siempre a dónde iba. Con quién vas, cómo te regresas, a qué hora te regresas, quién te viene a dejar, etc.y Anastasia parecía pasarle por el arco del triunfo, y eso hasta cierto punto me desconcertaba, pero no lo tomé a mal.

Me quejé con mis padres, más en tono irónico que molesto, diciendo que Griselda era una preocupona, esquizofrénica-posesiva, pero que de una manera u otra la entendía porque era la mayor.

En el semestre siguiente, Anastasia no deja de hablarme. Estoy en una fiesta, y habla por teléfono. ¿quién carajo se cree que es? nunca se ha preocupado por mí, NUNCA, le da igual si me duele un pie o si me estoy muriendo, si gané el concurso de oratoria en mi prepa (más bien se enfoca en quitarme mis logros y opacarlos) o la vez que me robaron la maleta cuando fuimos a Chicago (¡Por Dios, dijo: "sólo cómprate ropa nueva, ya me quiero largar de ésta pocilga").

Y a puesto a que le dijo a mis padres que me regañaran y me dijeran que no salga más. ¿Quiere saber porqué estoy enojada? Ahí está su respuesta. Es una pésima hermana. Y ahora está enamorando a Griselda con sus cantos de sirena, envenenando su mente y su corazón. Pero yo sé que Griselda es más que eso.

Quería estar bien con ella. De verdad lo intenté; escuché todas las tonterías que tenía que decirme, soporté que comiera y usara mis cosas, que me dijera estupideces, que me trajera como su perro. Pero ya no soy su perra; antes de corazón, no quería enojarme con ella, ahora ¡Que se vaya a la mierda!
Es mi hermana, pero no le da derecho a tratarme como su trapeador.

En fin. Me siento sola, y sigo sola. Y todo indica que así seguiré. No tengo novio, no tengo a mis amigos cerca, y al parecer mis hermanas me dan la espalda. Mi único consuelo es desahogarme sobre estas tristes líneas y dejar ir todo mi pensamiento,  exprimir todo mi ser.
Hace una semana me sentía bien. Ahora me siento infeliz. Pero así soy, temperamental, dramática y una montaña rusa sobre un teatro.

Como sea...

...Finge preocupación por mí. Vaya pelmazo si cree que me trago ese cuento.

sábado, 20 de agosto de 2011

La culpa es de la fatalidad

Me siento atrapada en una vida que no me pertenece. Siento que estoy donde no debería, haciendo algo que no me corresponde, viviendo la vida de alguien más. Y luego pienso en mí como en Madame Bovary, y se me hace medio patético. Bastante, a decir verdad. Aunque ella es más afortunada, a mi me hace falta Charles.

Estoy estudiando una carrera que no es para mí. Y luego surgen preguntas como: "Bueno, ¿y qué haces ahí?" La verdad no lo sé. Sistemas es bastante interesante, y la verdad sé que puedo con la carrera, me gusta. Pero creo que yo debí estudiar otra cosa, claro, me hubiera gustado filosofía, letras españolas, historia del arte... Igual y en esas carreras hubiera sido una alumna destacada. No que estoy en ésta, siendo bastante mediocre, haciendo las cosas al ahí se va, como si no lo hiciera con pasión, más bien como algo que TENGO QUE terminar. Y es patético.

Tal vez el problema también radica en que me concentro demasiado en el pasado, que no veo lo que tengo enfrente. También con mis hermanas todo es difícil. Sé que las extrañaré cuando hayan partido y me quede sola.

Me hace falta saber quién soy. Necesito reencontrarme conmigo misma, y sé que el día que lo haga, estaré en paz con la vida, y entonces verdaderamente podré decir que vivo, y no que únicamente existo.