Acabo de leer este cuento de Juan Rulfo, Luvina, y me dejó una fuerte impresión, una idea que me gustaría escribir en algún lado:
Si Rulfo fuese un espacio geográfico, sería Luvina.
La mayoría de los textos de Rulfo, son así. Grises, propensos a la depresión... también diría que lluviosos. Es como adentrarse en un espacio confinado del mundo, en un lugar alejado de la mano de dios. Me hace pensar que también el universo de Rulfo estuvo alejado de la mano de dios... sobretodo para escribir cuentos tan trágicos.
Hace poco también leí Macario, que en un principio confesaré me dejó una sensación amarga y de disgusto. Pero analizando bien la obra, tiene muchas vertientes, muchas posibilidades, un mundo de preguntas más allá de lo que dejan entrever las líneas que nos ha escrito el autor.
Muchas cosas están inconclusas en los cuentos... ¿quién? ¿por qué? ¿es cierto lo que afirman con tanto empeño?
Son cuentos muy buenos, totalmente diferente a todo lo que he leído. Otra de las cosas que totalmente disfruto, es que si fueran un guión cinematográfico, serían lo opuesto a Hollywood, donde el héroe (antihéroe en casi todos los cuentos de Rulfo), puede cambiar su destino y decidir, y a fin de cuentas, conseguir lo que quiere.
Con Rulfo no hay principio ni fin. Los personajes están como perdidos en un limbo eterno, en el trajinar de la vida que no es más que perpetuidad atemporal; ellos vinieron, mueren, pero otros vendrán. Los muertos nos recuerdan eso, los muertos que muchas veces, como el Luvina, están más presentes que los vivos, más vivos que los vivos.
¿A qué se va a Luvina? ¿por qué se quedan? La gente está enraizada, como la maleza que sube de las montañas y que resiste el viento, rasgando con sus hojas la tierra blanca, como un cuchillo afilándose sobre una roca. Y como esas plantas, se marchita, para dejar a la tierra caliza imponerse sobre los habitantes.
Lluvina es ese espacio confinado en todos los países pobres, en la miseria, en las personas, en la tristeza misma, donde no hay más colores que el gris. No hay tiempo, no hay principio ni fin. No hay mañana, no hay esperanza, ni vida.
Si Luvina fuera un estado de ánimo, sería el estado de ánimo de los personajes de Juan Rulfo.
Porque en Luvina, como en muchos pueblos de México, no se conoce el significado de la Esperanza.

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